"Los grandes olvidados"...

Después de visionar el vídeo que os dejé ("Superdotados: al otro lado de la campana de Gauss"), sigues reflexionando y llegas a la misma conclusión y es que es una pena que hoy en día personas con tales capacidades, sigan siendo los "grandes olvidados" de nuestro sistema educativo. 

Es cierto que desde el marco normativo actual (LOE, LEA, la orden de 25 julio de 2008), se establece al alumnado de altas capacidades intelectuales dentro de la clasificación ACNEAE -alumnado con necesidad específica de apoyo educativo-; la importancia de la detección y atención temprana (art 114, LEA); y la regulación de la atención a la diversidad del alumnado que cursa la educación básica en los centros andaluces (Orden de 25 julio de 2008). Pero, al margen de la legislación, ¿qué está pasando en nuestros centros educativos?, ¿realmente respondemos a la demanda que, ya desde los propios alumnos/as, se está generando? o , lo que es peor aún, ¿ somos capaces de responder esas demandas?... 

En mi caso como maestra, no sólo veo la necesidad de señalar la importancia de una buena identificación a tiempo sino también definir qué o cuál/les van a ser nuestras actuaciones para dar una respuesta educativa acorde a las necesidades manifestadas por los alumnos/as. Para ello debemos cuestionarnos en todo momento si realmente nuestras prácticas y nuestros instrumentos para establecer el proceso de enseñanza- aprendizaje se ajustan a la demanda de los mismos ya que entre otras cosas, la sociedad y nuestros alumnos/as, como parte de ésta, se sitúan en una contante transformación, de tal forma que nuestra visión y nuestra práctica educativa, ha de avanzar y evolucionar, adaptándose a las nuevas demandas.

No podemos seguir inmersos en un sistema educativo anclado en la homogeneidad del alumnado que fomenta la segregación y en muchos casos la discriminación; o, en un modelo de atención a la diversidad que como define Muntaner, J.J (2010) "pretende reducir la diversidad como estrategia para maquillar u ocultar la aplicación de la lógica de la homogeneidad", es decir, apostamos por los grupos heterogéneos en un aula ordinaria pero, a la hora de establecer las intervenciones educativas, lo hacemos de una forma homogénea de tal manera que dejamos dentro del aula a los alumnos/as que se consideran "normales" y, los que permanecen a ambos extremos de la "campana de GAUSS", los sacamos fuera con la excusa de que estarán mejor atendidos. Ésto, en definitiva, es otra forma más de negarles a los chicos/as, la igualdad de oportunidades por el hecho de ser diversos.


A modo de conclusión quiero defender la importancia de que se de, en nuestras instituciones, el modelo de escuela inclusiva en el que firmemente creo ya que no sólo observo la diversidad del alumnado sino que la acepto y la promuevo como motor de enriquecimiento del ser humano.





  

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